El Gobierno y el
Parlamento han aprobado o van a aprobar leyes, como la Ley Mordaza y
el nuevo Código Penal, que restringen y eliminan derechos y
libertades como las de expresión, reunión y manifestación que
tanto nos ha costado lograr. Así:
*
Se penaliza la manifestación, se castiga la huelga, se criminalizan
las nuevas formas de protesta y abre la puerta a considerar la
resistencia como acto de terrorismo.
* Se crean nuevos
delitos contra el orden público y aumenta las sanciones contra la
protesta, buscando un efecto disuasorio a la movilización.
* Mantiene intacto
el artículo 315.3 (sobre derecho de huelga), que es el que ha
permitido el procesamiento de varios centenares de sindicalistas.
* Elimina como
delito el impedimento de reunión pacífica, que debe ser facilitada
y protegida, como establece la legislación internacional.
* Se castiga la
“resistencia activa”, aún siendo pacífica, privando a la
persona de libertad.
* Se endurecen las
cuantías económicas de algunas sanciones, llegando a ser en las muy
graves y las graves, respectivamente, de hasta 600.000 € y 30.000
€.
* En un posible
altercado con la policía, la persona pierde todas las garantías
puesto que habrá una presunción de veracidad de las declaraciones y
actos de la policía
* El citado caso se
resuelve ahora por vía contencioso-administrativa, por lo que la
persona afectada tendrá que pagar tasas judiciales, además de
abogado y procurador.
* Conductas ajenas
al terrorismo podrían ser consideradas como tales.
* Para las
manifestaciones próximas a infraestructuras críticas, de 30.000 a
600.000 euros. Solo el Gobierno sabe cuáles son esas
infraestructuras críticas.
Sábado
21 de febrero a las 19,30 concentración en el Azoguejo.
¡No
a los recortes de nuestras libertades! ¡No a la Ley Mordaza!